La opinión del obispo greco-católico Claudiu Pop después del referéndum sobre el matrimonio

"Más allá del resultado, debemos reflexionar sobre el hecho de que un aparente fracaso puede ser portador de esperanza": estas son las palabras del obispo greco-católico Claudiu Pop, vicario del cardenal de Blaj, al día siguiente del fallido intento de alcanzar el quórum en Rumania en la consulta sobre la familia y los "matrimonios" homosexuales.

"En primer lugar, hemos visto que ha sido providencial - y nueva - la colaboración entre las diversas iglesias aquí en Rumania. Hemos estado unidas por un propósito común y esto debe hacernos reflexionar también para el futuro sobre la posibilidad del ecumenismo frente a desafíos comunes, que no sólo se manifiestan en ocasiones como ésta, en acontecimientos internacionales o para una bella foto, sino que son un encuentro verdadero, fraterno y que va más allá de los intereses inmediatos. Hemos demostrado que se puede hacer. Espero -continúa- que los líderes de las iglesias ortodoxa, latino-católica y greco-católica comprendan que ante los desafíos debemos superar nuestras pequeñas diferencias, incluso las históricas, reales, porque ir más allá no es sólo una posibilidad sino una necesidad para todos".

“Este aparente fracaso del referéndum -concluye el obispo- nos ha enseñado que debemos hablar más de la familia: hemos descubierto un vacío preocupante en los debates, en las entrevistas, en los fieles, y a menudo no sabemos de qué estamos hablando. El desafío para todas las iglesias es renovar el mensaje cristiano y explicar a la gente la belleza y la verdad sobre el matrimonio”.