Los obispos de Irlanda: “Cultivar el precioso don de la vida”

“Si la sociedad acepta que un ser humano tenga derecho a poner fin a la vida de otro, entonces ya no es posible reivindicar el derecho a la vida como un derecho humano fundamental para nadie”.

Así se expresa el obispo de Elphin, Kevin Doran, presidente del grupo de bioética de la Comisión Episcopal Irlandesa, en un mensaje pastoral publicado hace unos días sobre el tema del aborto, con vistas al referéndum sobre el tema previsto para el verano.

“Si aceptamos cualquier motivo para el aborto, los mismos argumentos -añade- se utilizarán para justificar el fin de la vida de las personas mayores, frágiles o con discapacidades significativas. Si cruzamos esta frontera, no será fácil volver atrás”. El obispo escribe más adelante que las consecuencias de una posible eliminación del art. 40.3.3. -la llamada “enmienda pro-vida” - sería grave, porque se excluiría de la Constitución la “referencia del derecho a la vida” de la madre y el niño, sin sustituirla por nada: “sería como un cheque en blanco” en manos del gobierno, libre en el futuro para introducir cualquier tipo de régimen de aborto.

Un mensaje en defensa de la vida también vino del primado católico de toda Irlanda, el arzobispo Eamon Martin, que urgió a los miembros de la Iglesia a convertirse en “misioneros por la causa de la vida” para preparar el referéndum. En su mensaje pastoral, el arzobispo dijo que los católicos deberían ignorar las “fuertes presiones para permanecer en silencio” y hablar a sus familiares, amigos, colegas y representantes públicos sobre la importancia de “cultivar el precioso don de la vida desde la concepción hasta la muerte natural”.