Congreso mundial sobre la familia

Las familias, “ladrillos de toda sociedad”

Las palabras del Secretario de Estado Pietro Parolin en el evento que tuvo lugar en Chisinau
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"La cosa más hermosa que Dios ha hecho -como nos dice la Biblia- es la familia. Creó un hombre y una mujer. Y les dio todo. A ellos les confió el mundo: Creced, multiplicaos, cultivad la tierra, hacedla fructificar, llenad la tierra”. Con estas palabras, el Secretario del Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, intervino hace unos días en el Congreso Mundial sobre la familia celebrado en Chisinau, Moldavia.

El purpurado destacó la experiencia del último Encuentro mundial de las familias celebrado recientemente en Dublín: "Los numerosos puntos de vista y testimonios que se presentaron fueron particularmente útiles, ya que indicaban, de manera muy tangible, la belleza única del amor conyugal y de la familia en el plan de salvación de Dios”.

El cardenal Parolin mostró cual es el papel que las familias deben desempeñar en estos tiempos "profundamente frágiles" para las relaciones humanas: "las familias, cuya naturaleza es dada por Dios y cuya vocación es el amor, están hoy, quizás más que nunca, llamadas a ser un faro de esperanza, un rayo de luz en nuestro mundo. La verdad sobre el matrimonio y la familia es duradera. También es vital que siga siendo proclamada en su totalidad”.

Según el Secretario de Estado del Vaticano, la familia es la primera escuela en la que aprendemos el significado de nuestra común humanidad. El cardenal reconoció que muchas familias apoyan los valores cristianos y son una fuente de "sabiduría y fortaleza" para la sociedad en su conjunto, y aseguró que "la necesidad de animar y apoyar a las familias es una realidad particularmente cercana al corazón del Papa Francisco". "En su Exhortación Apostólica Amoris Laetitia -recordó-, el Santo Padre medita sobre la alegría del amor que experimentan las familias y la belleza del matrimonio, reflexionando a su vez sobre la amplia gama de desafíos e invitando a todos a ofrecerles apoyo, orientación y acompañamiento”.

El purpurado explicó que los graves retos a los que se enfrentan las familias hoy en día derivan de una cultura individualista, consumista y utilitarista: por otro lado, la cultura individualista, recordó de nuevo el cardenal, "goza de un enorme prestigio en el mundo de los medios de comunicación, las finanzas y la política, pero al final relega a las instituciones intermedias como la familia a una opción no esencial".

Sin embargo, la familia es el "ladrillo de toda sociedad", subrayó el card. Parolin, porque es una comunidad de amor y vida en la que las diferencias humanas fundamentales, entre los sexos y entre las generaciones, promueven el crecimiento y el desarrollo recíproco. "Por eso -continuó el purpurado- hay que decir claramente que la familia contribuye, y siempre contribuirá, a la armonía y al desarrollo de cada sociedad: la estructura de una sociedad depende de la estructura de la familia y de las relaciones que se cultivan en ella.

 

19 de septiembre de 2018