Las familias, corazones palpitantes de la sociedad

“Si se detienen las familias, el motor social del país se bloquea, deja de latir el corazón de la sociedad. Y si deja de latirle el corazón, después de un rato llega su muerte cerebral. Para evitar esta deriva, necesitamos soñar en el presente con un futuro mejor". Estas son las palabras de Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia-Città della Pieve y presidente de la CEI, en su intervención en la asamblea general del Foro de asociaciones familiares que se ha celebrado en Roma estos días.

El Presidente de la CEI indicó al Foro tres maneras de continuar la actividad, pastoral, social y sinodal, siguiendo una idea de fondo: "La familia es un bien precioso e indispensable para el futuro de Italia". Bassetti recordó entonces la importancia de "tomar nota de los profundos cambios que se han producido en la sociedad": estamos viviendo un "cambio de época", añadió, señalando que "los católicos nunca antes habían tenido una responsabilidad tan grande". A la luz del Evangelio, explicó, estamos "llamados a ser conciencia crítica en la sociedad".

Entre los datos preocupantes resaltados por el Presidente de la CEI están, "las condiciones de pobreza de las familias", dijo refiriéndose a los que viven en condiciones de pobreza total (1,5 millones), junto con la alta tasa de desempleo juvenil y la "continua disminución de nacimientos".

Sobre la necesidad de "llevar Amoris Laetitia y lo que el Papa Francisco nos pide vivir en la sociedad sin barricadas de guerra, sino más bien creando un entramado con los diversos tejidos que trabajan en torno a la familia", habló Don Paolo Gentili, director de la Oficina nacional de pastoral familiar de la CEI.

En este momento histórico, también a la luz de Amoris laetitia,"la Iglesia -continuó don Gentili- está llamada a ser una profecía a través de la familia", también porque, añadió, en los últimos años "se ha creado una nueva relación, en el territorio, entre las realidades del asociacionismo católico -especialmente en lo que se refiere a las cuestiones familiares y de vida- y los Departamentos para la pastoral de la familia". Asimismo, don Gentili señaló que en Italia "tenemos un sistema fiscal, también de vida cotidiana, mucho más orientado al individuo". El factor de la familia no es verdaderamente considerado como motor de la sociedad”.

Gigi De Palo, presidente del Foro de las asociaciones familiares -que en 2018 celebra su 25 aniversario- ha dejado claro que "las familias no piden limosna, sino justicia". No piden ayudas del Estado, simplemente quieren que el Estado las ponga en condiciones de ayudarlo. Las familias -concluyó- no son el enfermo a tratar, sino el remedio de los enfermos".