Junto a los que no tienen voz en el mundo para dar testimonio de fe, amor y valor

La Prof. Gabriella Gambino, Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, intervino con motivo del 40º aniversario de la OVCI (Organización de Voluntarios para la Cooperación Internacional, dedicada principalmente a la formación de trabajadores en contacto con niños con discapacidad), que tuvo lugar los días 15 y 16 de octubre en Conegliano, Italia, en la Asociación “La Nostra Famiglia” y por conexión a distancia.

En particular, la profesora Gambino destacó el gran mérito de la organización de haber “tomado en serio la espiritualidad del samaritano. [...] Si la persona tiene un valor único e insustituible como hijo amado del Padre, no podemos pensar que el Padre se olvide de alguien o lo deje al margen, o lo prive de los dones especiales que Él mismo otorga”. Y esto es especialmente cierto para los niños con discapacidades en los márgenes del mundo, que viven en países como Sudán, Sudán del Sur, Brasil, Ecuador, Marruecos, China, Palestina. Por ello, continuó Gambino, es necesario “seguir luchando por la vida, proteger y custodiar cada vida humana, cada persona, sea cual sea su condición, porque es única, y como tal preciosa”.

Una vez más, la Sra. Gambino destacó la fecundidad de quienes trabajan en el OVCI, que realmente “se convierten en padres y madres de los niños que cuidan, porque los generan a la plenitud de la vida, de su vida”. “Estar al lado de los que aún no tienen voz en el mundo”, concluyó, es un precioso “testimonio de fe, amor y valor”.