Familia

Mujeres entre la familia y el trabajo. Un pedido urgente de equilibrio y armonización

La mujer, atrapada entre la familia y el trabajo, debe ser reconocida como mujer y madre
donna famiglia lavoro.jpg

 

Mujer y seguridad alimentaria: un vínculo que hay que fortalecer: este fue el tema de la jornada de estudio que tuvo lugar el 22 de mayo en la Pontificia Universidad Gregoriana. Dicha Jornada fue celebrada en memoria de la profesora emérita de la Facultad de Filosofía (PUG), Giorgia Salatiello, quien falleció el 3 de noviembre de 2022.

 

El papel insustituible de la mujer en el desarrollo económico y social

La jornada de estudio permitió diversas reflexiones que destacaron el papel insustituible de la mujer en el desarrollo económico y social, pero también las dificultades y desafíos que aún deben afrontar para poder expresar su aporte en todos los campos. Asimismo, se reflexionó, a la luz de algunas experiencias concretas, sobre cómo salir de las situaciones de vulnerabilidad en las que muchas veces ella se encuentra, en la promoción del desarrollo humano integral pleno y de sistemas alimentarios resilientes. En su intervención, titulada “La mujer entre la familia y el trabajo. Un pedido urgente de equilibrio y armonización”, la Prof. Gabriella Gambino, Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, quiso subrayar la importancia esencial hoy en día de saber ver y pensar a la mujer como mujer y madre, en contextos culturales que, en cambio, tienden a romper o reducir su identidad a una mera elección individual. Tanto en los países más pobres como en los países occidentales, las mujeres se ven forzadas con demasiada frecuencia a la encrucijada entre el trabajo y la maternidad y viven inmersas en contextos centrados en las necesidades de los individuos, ajenas a los lazos familiares, a las dinámicas relacionales que surgen a partir de la generación de los hijos; desconociendo la extrema necesidad de todo ser humano de vivir dentro de un sistema familiar estable y equilibrado. A pesar de estas evidentes dificultades, dentro de todo sistema económico y social, la mujer es el pilar, porque es capaz de trabajar a nivel de los bienes relacionales, los que subyacen a la eficacia real del sistema económico centrado en el bien común.

 

Apostando por relaciones más sanas entre hombres y mujeres

Después de reflexionar sobre el vínculo entre familia, bien común y vida económica, sobre el papel de la mujer dentro de este trinomio y sobre cómo repensar el principio de reciprocidad de los sistemas económicos contemporáneos para que sean capaces de promover el papel de la mujer, la Prof. Gambino hizo dos consideraciones a modo de conclusión. “La primera es que la mujer, atrapada entre la familia y el trabajo, en cualquier contexto social, debe ser reconocida como mujer y madre. La maternidad es un don. (…) Debemos trabajar para cambiar la cultura de la maternidad y tener en cuenta este aspecto en los sistemas económicos. (…) La segunda reflexión es que hoy, dada la extrema fragilidad de la familia, para apoyar a la mujer no basta con apostar por la familia en general, hay que apostar por relaciones estables, por relaciones más sanas entre hombres y mujeres. Es la "cultura de la pareja" la que debe cambiar. (…) Hacer comprender a las personas el significado del matrimonio, la importancia de construir un futuro sólido y estable. En la estabilidad y no en la incertidumbre se incuba la posibilidad de abrirse a la vida, de tener hijos, de dar a las mujeres la posibilidad de trabajar. Compartir, incluso más que armonizar, debe ser la palabra clave en la relación hombre-mujer".

El evento fue organizado por la Facultad de Ciencias Sociales del Ateneo, junto con la Misión Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el IFAD y el PAM y el Foro de Organizaciones No Gubernamentales de inspiración católica.

 

25 de mayo de 2023