La dimensión apostólica de la Iglesia doméstica

El 23 de marzo se celebró en Roma, en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, la V Jornada de Estudios Interdisciplinares sobre Antropología Jurídica de la Familia, organizada por la Facultad de Derecho Canónico y el Centro de Estudios Jurídicos sobre la Familia.

El tema de la jornada, “La familia como primer sujeto evangelizador”, se presentó en el marco de una reflexión dinámica e interdisciplinar, que puso en diálogo la mirada y las perspectivas de la acción pastoral familiar con la acción cultural, con dos objetivos precisos: en primer lugar, identificar juntos los caminos más eficaces para revelar con fuerza la “belleza de la familia”, como sistema de relaciones virtuosas en su interior y de relaciones que la familia, fuera de ella, espontáneamente es capaz de generar; en segundo lugar, hacer sólidas y conscientes a las familias de la tarea evangelizadora primaria que les incumbe como familias, para evangelizarse recíprocamente, apoyándose en el difícil desafío de vivir su fe y transmitirla a sus hijos en la vida cotidiana.

Entre las diversas ponencias, la profesora Gabriella Gambino, Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, hizo hincapié en “La dimensión apostólica de la Iglesia doméstica”. Asimismo, partiendo de su propia experiencia familiar, señaló la urgencia de «hacer descubrir a las familias que la vida cristiana (...) comienza en casa. Las actividades cotidianas de la familia, en efecto, pueden constituir una verdadera liturgia de la vida familiar (...) como experiencia vivida del Evangelio dentro y fuera del hogar. La valoración que el Concilio Vaticano II hace de la familia como “Iglesia doméstica” le ha abierto perspectivas insospechadas de apostolado y de participación en la misión salvífica de la Iglesia. Y es importante que los obispos y sacerdotes responsables de las comunidades exhorten a las familias, ahora más que nunca, a vivir su propio ser como comunidades sacramentales, tanto internamente como ad extra: Iglesias domésticas en acción». Es necesario dar a las familias herramientas concretas para que aprendan “cómo hacer” para ser Iglesias domésticas en acción. Esto significa también empezar a utilizar un lenguaje eclesial compartido, que tenga en su interior esta perspectiva de la familia como sujeto evangelizador, de modo que cuando, por ejemplo, en teología pastoral se utilice la expresión 'cuidar' a las familias, se refiera a la tarea de hacer de ellas familias sólidas, conscientes de su propia identidad y misión. «No objeto de la pastoral familiar, destinatarias pasivas de servicios y catequesis, sino sujetos y protagonistas ellas mismas de una pastoral en la que deben poder sentirse implicadas, llamadas a intervenir para formarse, alimentarse, responsabilizándose de evangelizarse recíprocamente, con la ayuda constante de los pastores».  La Iglesia de hoy en día está llamada -continuó la profesora Gambino- a «poner en marcha una pastoral (...) evangelizadora a la vez original y preventiva, capaz de enseñar a las familias a evangelizarse recíprocamente (...) Es urgente fundar Iglesias domésticas».

Muy interesante, en este sentido, fue también la presentación de la International Federation for Family Development, una organización sin ánimo de lucro presente en 63 países de todo el mundo, cuya misión es precisamente proporcionar apoyo operativo a las familias, formando a los padres y educando a los hijos a partir de las dificultades concretas y reales de las familias, utilizando la técnica del “Case method”.

Las Actas completas de la Jornada estarán disponibles y serán publicadas en los próximos meses.