Catholic Global Compact for the Family

Los días 24 y 25 de mayo de 2022 se celebró un seminario internacional online con la participación de más de treinta Centros de Investigación sobre la Familia activos en diversas partes del mundo en Universidades inspiradas en la Doctrina Social de la Iglesia, como parte del proyecto para la creación de un Catholic Global Compact for the Family.

Investigación y conocimiento científico de las condiciones concretas de vida de las familias en el mundo

Se trata de un proyecto promovido conjuntamente por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, con la colaboración operativa del CISF (Centro Internacional de Estudios sobre la Familia) de Milán, con el objetivo de potenciar la labor de investigación y el conocimiento científico de las condiciones concretas de vida de las familias en el mundo, en apoyo de las acciones que la Iglesia universal y las Iglesias locales llevan a cabo a favor de la familia. Todo el proyecto pretende ser una contribución al "Año Familia Amoris Laetitia", y tiene su punto de partida en el capítulo 2 de la Exhortación Apostólica, en el que se reflexiona sobre los retos estructurales, económicos y culturales que la sociedad contemporánea plantea de forma cada vez más acuciante a las familias, obligándolas a realizar extenuantes adaptaciones, poniendo a veces en peligro su estabilidad e incluso su propia permanencia y existencia.

En concreto, durante las dos jornadas se presentó y debatió un Instrumentum Laboris, fruto de un amplio trabajo de diálogo y recogida de información cuantitativa y cualitativa a nivel internacional, en el que los centros de investigación familiar respondieron a dos cuestionarios (en el segundo semestre de 2021), basándose en sus conocimientos científicos y en las investigaciones empíricas que habían realizado en los distintos países.

Familia como "bien en sí misma"

En primer lugar, se ha reafirmado una visión y concepción de la familia como sujeto social activo, como protagonista de la propia vida, como recurso indispensable para el bienestar de las personas y de las comunidades. La familia, por lo tanto, como "bien en sí misma", y no sólo porque "hace el bien"; y sobre todo la familia como bien relacional, como lugar social único e insustituible para educar a las personas en la relacionalidad y la reciprocidad, frente a cualquier deriva individualista o colectivista.

El debate se centró en los tres puntos en los que se estructuró el Instrumentum laboris: las posibles criticidades dentro de las relaciones familiares, (calidad de la relación de pareja, centralidad del pacto matrimonial tanto en el ámbito civil como en el eclesial, capacidad de acoger la vida y proteger su dignidad en todas las etapas; el papel y el potencial que pueden tener las políticas públicas para apoyar o poner en peligro la subjetividad de las familias, su libertad generativa, su posibilidad de florecer autónomamente, sin límites ni condicionamientos ideológicos o económicos; las diferentes formas en que la familia genera el bien común, a través de su apertura a la sociedad, su responsabilidad social, su capacidad de crear redes entre las familias, también a través de asociaciones, para apoyar la vida cotidiana de cada familia, pero también para representar mejor a la familia en el debate público y en las opciones políticas.

Lanzamiento de un Catholic Global Compact for the Family para noviembre de 2022

Al final de los trabajos, ha surgido con fuerza la conciencia de que el lanzamiento de un Pacto Mundial por la Familia podría ser una gran oportunidad para estimular a la sociedad, a la Iglesia y a todos los actores sociales y económicos, para que verifiquen hasta qué punto sus prácticas son favorables a la familia, cómo pueden promoverla como recurso para la cohesión social. Será también una ocasión preciosa, también para los centros de investigación sobre la familia, para renovar el esfuerzo de trabajo en red, para intercambiar información, noticias, datos, experiencias virtuosas, aportando buenas razones y nuevas pruebas empíricas de lo importante que es la familia para la humanización de la sociedad y para la protección de la dignidad de cada persona.

En este sentido, el lanzamiento de un Catholic Global Compact for the Family, previsto para noviembre de 2022, más que el fin de los trabajos, se configura como el inicio de un desafiante camino de diálogo y acción interdisciplinar y transdisciplinar para promover la familia en el espacio público a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.