¿En qué punto estamos con el Organismo Consultivo Internacional de los Jóvenes?

En noviembre de 2019, se instituyó el International Youth Advisory Body – Organismo Consultivo Internacional de los Jóvenes para poner en práctica una solicitud específica del Documento Final del Sínodo de 2018, que pedía la creación de dicho Organismo para reforzar el trabajo de la Oficina Jóvenes del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida (cf. n. 123). Un grupo de 20 jóvenes de diferentes regiones del mundo fue designado para iniciar las actividades.

El protagonismo de los jóvenes en el anuncio del Evangelio

El primer encuentro presencial estaba previsto para abril de 2020. Sin embargo, debido a la pandemia, no fue posible celebrarlo en esta modalidad, por lo que se consideró necesario encontrar nuevas formas de continuar el trabajo. El grupo comenzó así a reunirse en modo online. El primero de ellos contó con la presencia del Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Card. Kevin Farrell. Desde entonces, los jóvenes se reunieron en línea cada dos meses para pasar unos momentos de intercambio de experiencias, de oración, de fraternidad y para el desarrollo de algunos proyectos.

El primer encuentro presencial tuvo lugar en octubre de 2021, cuando los jóvenes acudieron al Vaticano para la apertura del Sínodo sobre la Sinodalidad. Fue un momento muy especial para escuchar los llamamientos de la Iglesia y, al mismo tiempo, para contribuir al proceso sinodal a través de sus testimonios, ya que son jóvenes implicados en las actividades de sus propias Iglesias particulares o que participan en movimientos, asociaciones y comunidades internacionales.

De este modo, el International Youth Advisory Body ofrece una contribución muy especial a la Iglesia: el protagonismo de los jóvenes en el anuncio del Evangelio. El próximo encuentro presencial tendrá lugar en octubre de este año, en Portugal, con motivo de la reunión de preparación de la JMJ Lisboa 2023.

Entre los muchos frutos que trajo la creación del Organismo, podemos decir que el más especial fue cómo, en tan poco tiempo, los jóvenes hayan podido encontrar en la diversidad cultural, en las diferentes formas de vivir la espiritualidad, en los diferentes idiomas e incluso en el desafío de los husos horarios, una oportunidad para experimentar el poder de la unidad. Nacido para tratar temas serios, también se convirtió en un grupo de amigos: jóvenes que piensan de forma diferente en algunas cosas, pero que comparten el mismo ideal.

Un signo de esperanza

El International Youth Advisory Body es consciente de que no encontrará respuesta a todos los desafíos que tiene la Iglesia en el ámbito de la evangelización de la juventud, pero quiere ser un signo de esperanza para que la novedad de este grupo pueda despertar en los jóvenes el valor de colaborar con el dinamismo de la acción evangelizadora, en los laicos, la importancia de acompañar a la juventud en el camino del encuentro con Dios y, en el clero, la necesidad de concretar la opción preferencial por los jóvenes como prioridad pastoral.

¡El rostro joven de Dios!

El International Youth Advisory Body se desempeña, a través de sus miembros, en las parroquias, en el trabajo, en la universidad, en sus familias o en los más diversos sectores de la sociedad, y busca ser el rostro joven de Dios.