“Movimientos y nuevas comunidades. Identidad en el camino sinodal de la Iglesia”

El 20 de junio, en la Pontificia Universidad Lateranense (PUL) se celebró una conferencia teológica titulada: “Movimientos y nuevas comunidades. La identidad en el camino sinodal de la Iglesia”, organizada junto con el Instituto Universitario Sophia del Movimiento de los Focolares.

Tras los discursos de presentación del Card. Kevin Farrell y Margaret Karram, presidenta del Movimiento de los Focolares, se sucedieron varias aportaciones, de carácter teológico y canónico y a la vez de corte experiencial, sobre la identidad de los Movimientos y las nuevas comunidades en el camino que exige el Sínodo 2021-2023.

Entre los testimonios se pudo escuchar a Moysés Louro de Azevedo Filho, fundador y moderador general de la Comunidad Católica Shalom; Iraci Silva Leite, cofundadora de la Familia de la Esperanza; Daniela Martucci, vicepresidenta de la Comunidad Nuovi Orizzonti y Michel-Bernard De Vregille, de la Comunidad del Emmanuel.

La jornada ofreció muchas pistas sobre esta nueva “fase de madurez”, como los frutos y desafíos de los movimientos y nuevas comunidades, cuyo alcance carismático fue destacado por el Card. Marc Ouellet.

El tema de los frutos que se pueden recoger y ofrecer en el camino sinodal fue el núcleo de la intervención de Mary Healy, profesora de Sagrada Escritura; entre ellos: el encuentro vivo con el Señor, el anuncio del Evangelio en el contexto actual y la evangelización de las periferias.

Mons. Piero Coda, secretario general de la Comisión Teológica Internacional, habló sobre todo de los desafíos y dijo que los movimientos están llamados a una renovación completa en el contexto de una Iglesia sinodal; y Elena Di Bernardo, profesora de Derecho Canónico de la PUL, dijo que, mirando hacia el futuro de estas realidades, se constató la necesidad de una formulación jurídica más adecuada, capaz de expresar plenamente la identidad carismática.

La Dra. Linda Ghisoni, Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, utilizando el concepto de polaridades dialécticas, invitó a prestar atención a aspectos especialmente relevantes, como la relación entre persona-institución y práctica-estatuto.

Al final de una conferencia tan enriquecedora, quedan abiertas muchas reflexiones, siendo el camino sinodal una “etapa crucial” de los movimientos, como señaló monseñor Piero Coda.

Una etapa en la que recordar los inicios, en una apertura al futuro, y en la que estar dispuestos a asumir el reto “narrativo” de los carismas -en palabras del profesor Luigino Bruni, economista- para poder recoger y devolver de una forma nueva a las generaciones más jóvenes “la perla preciosa” de los inicios.