El Dicasterio reconoce a los Laicos Salvatorianos como asociación internacional de fieles

Durante una ceremonia que tuvo lugar en el Aula Magna del Dicasterio, se entregó el decreto por el que la Comunidad Internacional del Divino Salvador obtiene el reconocimiento como asociación internacional de fieles.

La historia de los Laicos Salvatorianos

La Comunidad Internacional del Divino Salvador, o Laicos Salvatorianos, es autónoma, pero forma parte integral de la Familia Salvatoriana, junto con la Sociedad del Divino Salvador y la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador. La Sociedad del Divino Salvador es una congregación religiosa internacional de sacerdotes y hermanos de la Iglesia Católica, fundada en Roma el 8 de diciembre de 1881 por el Padre Francisco María de la Cruz Jordan en el marco de un apostolado destinado a involucrar a hombres y mujeres de todas las condiciones sociales en la promoción de la fe en Cristo en todas las culturas. Fue en los años que siguieron al Concilio Vaticano II cuando nació una rama específica para los laicos: en la actualidad, hay más de 1800 Laicos Salvatorianos, en 18 países de diferentes continentes, incluyendo Asia, África y las Américas.

Vivir y proclamar el amor incondicional de Dios

Los Laicos Salvatorianos están llamados a «vivir y proclamar el amor incondicional de Dios» y a «anunciar la Salvación a todas las personas, para que a través de la vida que llevan y en sus actividades apostólicas, todos lleguen a 'conocerte a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado' (Jn 17,3)». Se «dedican a renovar la sociedad humana mediante el Evangelio», tratando de transformar la sociedad a través de su forma de vida, para que las personas con las que se encuentran puedan «descubrir la salvación en medio de las dificultades, necesidades y deseos de la vida cotidiana» (Estatutos, artículo 3).

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida felicita a la Comunidad Internacional del Divino Salvador y a toda la Familia Salvatoriana, deseándoles siempre una fecunda misión al servicio de la Iglesia y de las personas humanas.