Iglesia-Familia: los desafíos de la cultura dominante

«Durante mucho tiempo -como Iglesia- hemos pensado ingenuamente que se trataba con familias naturalmente impregnadas de valores, como la fidelidad, la estabilidad, la apertura a la vida. Hemos subestimado el efecto perturbador de la revolución sexual, que ha cambiado radicalmente la manera de percibir las costumbres y la moral, así como la revolución biomédica y tecnológica que ha introducido formas generalizadas de controlar las decisiones reproductivas de las parejas y los nacimientos, cambiando el destino de las familias y la vida de las personas».

Así se dirigió Gabriella Gambino, Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, a los participantes en la 10ª edición del Curso de Postgrado en Información Religiosa, organizado por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma.

Los destinatarios del Curso anual son periodistas de todo el mundo

Los destinatarios del curso anual son periodistas de todo el mundo que, desde Roma, informan sobre diversos acontecimientos de la vida de la Iglesia. Los temas que tratan son a menudo complejos y requieren una formación específica. De ahí la propuesta de un curso dedicado a ellos y dirigido por personalidades de la Iglesia, profesores de diversas Universidades Pontificias y de otras universidades de Roma.

En relación con el mismo tema, ya tratado en la última edición del curso, la profesora Gambino ha querido tomar ejemplo, 10 años después de la publicación de la exhortación apostólica Evangelii gaudium, de la «poderosa invitación del Papa Francisco a emprender “una nueva etapa evangelizadora, llena de fervor y dinamismo” para una Iglesia “en salida”, consciente de los desafíos a los que se enfrenta».

La familia cristiana necesita ser acompañada

La familia cristiana, que vive en este ambiente cultural, necesita ser acompañada para «tomar mayor conciencia de su identidad cristiana y de su Bautismo» y poder afrontar más conscientemente y con herramientas adecuadas los desafíos a los que se siente sometida. Es fundamental el compartir entre las familias, para que experimenten «que no están solas, que pueden ser entre ellas 'testigos vivos' para anunciar vibrantemente el amor y la ternura de Cristo en los contextos familiares más sufrientes... y explicar a sus hijos, a las nuevas generaciones, que no cualquier familia, sino la familia fundada en el matrimonio fiel e indisoluble sigue siendo necesaria para construir una sociedad fundada en la verdad y el bien común».

El Family Global Compact

Concluyendo el encuentro, la Prof. Gambino recordó el Family Global Compact que se lanzará próximamente y que unirá el compromiso de los institutos universitarios por la familia, que se inspiran en la Doctrina Social de la Iglesia, en un camino de diálogo y acción interdisciplinar y transdisciplinar en el trabajo de investigación. Pretende hacer que la Iglesia y la sociedad se muevan juntas para dar voz a un pensamiento global e integral sobre la familia que sea auténticamente respetuoso con lo que ella es, según la antropología cristiana.