Ecumenismo y sinodalidad: los jóvenes del IYAB en la vigilia ecuménica de oración por el Sínodo

Agatha, Emile y Tilen: tres jóvenes miembros del IYAB - Organismo consultivo internacional de los jóvenes instituido por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida- abrieron con sus testimonios la Vigilia Ecuménica de Oración Together. Encuentro del Pueblo de Dios que tuvo lugar el sábado 30 de septiembre en la Plaza de San Pedro, en presencia del Santo Padre y de numerosos líderes y responsables de la Iglesia cristiana.

El testimonio de los jóvenes del IYAB sobre los temas de la sinodalidad y la unidad dio inicio a dos horas de cantos, oración y testimonios sobre temas queridos por todas las Iglesias cristianas como el cuidado de la Creación, la atención a los más frágiles y marginados y el compromiso por la paz.

Camino sinodal, dignidad bautismal y escucha: hacia un compromiso renovado de una Iglesia sinodal y misionera

“Estamos aquí como miembros del Organismo consultivo internacional de los Jóvenes instituido por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida como fruto del Sínodo sobre los Jóvenes”, dijo Agatha de Indonesia, “Nos comprometemos a apoyar el camino sinodal en nuestras Iglesias locales. Damos las gracias a todos los que en todo el mundo han participado en la consulta, especialmente a los jóvenes y a todos aquellos que son la fuerza motriz del proceso. Agradecemos a los cristianos de otras Iglesias y comunidades cristianas que han abrazado este camino con la Iglesia católica. Hemos sido testigos de una creatividad vigorizante en la forma en que los equipos sinodales han escuchado y comunicado las voces de todos, especialmente de los más pobres y de los que viven en las periferias”.

Emile, del Líbano, subrayó en su testimonio que “no hay sinodalidad sin ecumenismo y no hay ecumenismo sin sinodalidad. Ambos están enraizados en la dignidad bautismal de todo el pueblo de Dios. Juntos invitan a un compromiso renovado con la visión de una Iglesia sinodal misionera”.

Por último, Tilen, de Eslovenia: “Nos comprometemos a crecer como Iglesia de la escucha, del encuentro y del diálogo, a irradiar comunión y a ser cada vez más signo e instrumento de la unidad de toda la humanidad”.

Silencio para escuchar la voz del Padre, la llamada de Jesús y el gemido del Espíritu

La Vigilia de oración continuó con otros testimonios conmovedores y, tras ocho minutos de silencio y meditación personal, el Papa Francisco pronunció un discurso precisamente sobre el sentido del silencio: “Pidamos en la oración común, aprender a hacer silencio nuevamente, para escuchar la voz del Padre, la llamada de Jesús y el gemido del Espíritu. Pidamos que el Sínodo sea kairós de fraternidad, lugar donde el Espíritu Santo purifique a la Iglesia de las murmuraciones, las ideologías y las polarizaciones”.

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La Vigilia, organizada por la Comunidad de Taizé en colaboración con la Secretaría del Sínodo de los Obispos, el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y el Vicariato de Roma, contó con la participación de unas 50 entidades eclesiales, grupos y movimientos internacionales.