Asociaciones y movimientos

En la Iglesia para mantener viva la misión universal

Encuentro anual con moderadores
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Ciento cincuenta participantes y ochenta y cinco entidades eclesiales representadas en el encuentro anual con los moderadores de asociaciones internacionales de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Cifras importantes que denotan un gran deseo de encuentro e interés por el tema elegido. Veinticinco años después del Congreso que marcó especialmente el diálogo de los movimientos, entonces cada vez más emergentes, con la Santa Sede, y que culminó con el famoso encuentro del 30 de mayo de 1998 en la Plaza de San Pedro entre San Juan Pablo II y cientos de miles de fieles, el Dicasterio ha querido celebrar el aniversario y, sobre todo, retomar una reflexión que tuvo su origen en aquel Congreso, a partir de la contribución del entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger.

 

La evangelización, una tarea que exige una mirada sobre todo el mundo

Al presentar el tema “En misión con Pedro. La apostolicidad en el corazón de la identidad de los movimientos eclesiales”, el cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio, quiso recordar inmediatamente la apostolicidad, el espíritu misionero, como lugar específico de los movimientos y de las nuevas realidades eclesiales en la Iglesia: colaborar con el ministerio petrino y su deseo apostólico de llevar el Evangelio a todos, aceptando el reto de una evangelización que sepa hablar a los hombres y mujeres de hoy, que evite prácticas, métodos y lenguajes que ya no se adaptan a este tiempo de profundos cambios. Una tarea que remite a la dimensión universal de la misión de la Iglesia, que va más allá de la dimensión local, para mirar al mundo entero. He aquí el esencia de la reflexión del cardenal Ratzinger sobre los movimientos y el camino a seguir para comprender su lugar en la Iglesia.

 

Descubrir la propia identidad para insertarse en la Iglesia con fecundidad

Siguió la intervención de Don Paolo Prosperi, profesor de Teología Dogmática y miembro de la Fraternidad Sacerdotal San Carlo Borromeo. El ponente profundizó en el camino que la reflexión del magisterio pontificio ha recorrido desde 1998 hasta hoy, pasando por la Iuvenescit Ecclesia, hasta llegar a las preocupaciones pastorales del Papa Francisco. En un estructurado informe, el P. Prosperi destacó la necesidad de que la Iglesia y sus Pastores profundicen en la esencia de los movimientos, es decir, en la finalidad para la que existen, a fin de poder ayudarles a insertarse en ellos con su fecundidad. Las preocupaciones del Papa Francisco sobre las que se detuvo el P. Prosperi, expresadas gradualmente en los diversos pronunciamientos del Santo Padre sobre los movimientos, están «ordenadas a la defensa y promoción de ese... carácter apostólico», explicó. Para evitar caer en las tentaciones presentadas en su informe, y repetidamente enfatizadas por el Papa Francisco, concluyó el P. Prosperi, es necesario tomar el camino de la humildad hacia lo que ha sido dado como un don, un camino ilustrado en la última parte de su discurso.

 

La variedad y riqueza de los dones recibidos

La tarde se dedicó por completo al intercambio de experiencias y testimonios compartidos por los participantes. El reto de “querer la vida apostólica” fue el título que se dio a la sesión, elegido para indicar a los movimientos la importancia de querer mantener viva la apostolicidad de la Iglesia: una tarea que no siempre es fácil de mantener frente al cansancio, la pérdida de impulso o los acomodos que nada tienen que ver con la vida apostólica. La puesta en común, aunque en la brevedad de las intervenciones, confirmó una vez más la extraordinaria variedad y riqueza de los dones que aportan estas realidades. Desde las asociaciones de ayuda a los necesitados, como la Comunidad Papa Juan XXIII o la Comunidad de Sant'Egidio, hasta las que reúnen a profesionales católicos comprometidos en impregnar de fe sus realidades específicas, como juristas (UIJC), intelectuales (ICMICA-Pax Romana) y militares (AMI); desde los órganos de coordinación de realidades que comparten un método de evangelización, como las Células Parroquiales de Evangelización, los Cursillos de Cristiandad hasta el Camino Neocatecumenal y las diversas comunidades carismáticas, por citar sólo algunas. En sus observaciones en respuesta a las diversas cuestiones planteadas por los participantes, el Prefecto del Dicasterio exhortó a los responsables de las diversas asociaciones a darse a conocer a los obispos locales, a dar a conocer sus programas, con el fin de renovar continuamente un diálogo que es necesario estimular por ambas partes, para que la tarea de los movimientos en la Iglesia sea cada vez más comprendida y aceptada.

 

27 de junio de 2023