Card. Farrell: “Nuestro Dicasterio es la casa de los movimientos eclesiales”

En el transcurso del encuentro con los responsables internacionales de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades, que tuvo lugar el 14 de junio en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el cardenal Farrell realizó una breve presentación de los responsables y de la organización del nuevo organismo que pronto cumplirá un año. El Prefecto del Dicasterio quiso subrayar que “el Dicasterio sigue siendo, por así decirlo, ¡vuestra “casa” dentro de la Santa Sede, vuestro principal punto de referencia!” “Por este motivo – continuó el cardenal - espero y deseo que todos vosotros podáis encontrar aquí una “casa con las puertas siempre abiertas”, donde se pueda encontrar la acogida, el diálogo, el impulso y la ayuda en los momentos difíciles”.

Ante más de cincuenta responsables internacionales de movimientos eclesiales y nuevas comunidades de todo el mundo, el cardenal Farrell mostró las dos prioridades del Dicasterio para las cuales solicita una eficaz colaboración: la familia y los jóvenes. Son dos temas que el Papa Francisco lleva en su corazón y los movimientos “no sólo aquellos que, por carisma y estatutos, se dedican a dichos temas específicamente” pueden hacer mucho en estos ámbitos. ¡Los movimientos – concluyó Farrell - tienen que ser el “rostro joven” de la Iglesia!

La escucha ha sido la principal finalidad del encuentro: con este fin, después de dos breves intervenciones para presentar el Encuentro Internacional de las Familias y las Jornadas Mundiales de la Juventud del Delegado para la Familia, don Carlos Simón Vázquez, y del responsable del sector jóvenes, p. Joao Chagas respectivamente, se concedió un amplio espacio a los responsables de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades presentes para poder entablar con ellos un dialogo y solicitarles sus sugerencias para las actividades del Dicasterio.

En este sentido laityfamilylife.va publica tres breves entrevistas a algunos de los participantes. En las numerosas ponencias se habló, entre otras cosas, del valor de la vida frágil y de cómo las familias que tienen a personas discapacitadas pueden ser el motor de un cambiamiento cultural en el tema del sufrimiento; de la necesidad que los movimientos, al igual que toda la Iglesia, vivan la conversión a la misericordia a la que nos llama el Papa Francisco; del tema de la violencia entre los jóvenes así como de los ancianos y de su acompañamiento humano y pastoral. Muchos de los representantes que participaron en el encuentro hicieron hincapié en la importancia de la formación y aseguraron su presencia en Dublín y en Panamá.

Para concluir, el card. Farrell recordó que la tarea de la Curia Romana y del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida consiste principalmente en “escuchar y ayudar y por eso los encuentros de este tipo serán cada vez más frecuentes”.