Ad limina

Una Iglesia plural atravesada por desafíos comunes

Los obispos latinos de la región árabe visitan el Dicasterio
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Hace unos días, los obispos latinos de las regiones árabes (CELRA) vinieron al Dicasterio como parte de su visita ad limina.

Provenían de Israel, Jordania, Palestina, de los países de la Península Arábiga (Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Iraq, Kuwait, Omán, Qatar, Yemen), Siria, Líbano, Chipre, Egipto, Yibuti y Somalia.

Por su propia configuración, esta Conferencia Episcopal contiene una gran diversidad de situaciones y ritos que se traduce en un testimonio plural. Así mismo, uno de los rasgos que todos estos países tienen en común es que la Iglesia es a menudo una pequeña minoría, formada en su mayoría por pequeñas comunidades. En muchos casos, la comunidad cristiana se compone casi exclusivamente de emigrantes extranjeros que residen en el país con fines de trabajo o estudio, fenómeno que se hace aún más evidente con la emigración de muchos cristianos nativos, a menudo impulsados por la persecución y diversas restricciones para salir de su país y encontrar en otro lugar una tierra más acogedora. Otra característica distintiva de estas iglesias es el contexto religioso dominado por la fe islámica y judía (en el caso de Israel) y en general el clima social y político marcado por la violencia.

Por lo tanto, es natural que los obispos se centren desde hace algún tiempo en la cuestión del ecumenismo y del diálogo interreligioso con la intención de fortalecer la convivencia pacífica y fraterna entre las comunidades que allí viven. También están particularmente preocupados por el destino de los jóvenes, y la pastoral que se ocupa de ellos está bastante extendida y generalmente bien organizada a todos los niveles. El gran esfuerzo económico y pastoral realizado para que puedan participar en cada celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud es prueba de ello: “Para nuestros jóvenes -dijeron los prelados- salir de nuestros países es una bocanada de aire puro porque pueden tocar con sus manos el sentido mismo de la Iglesia. Se sienten menos solos y menos aislados cuando vuelven a casa. Incluso cuando no es posible llegar al lugar de las JMJ, los encuentros locales como el de Alepo, celebrado en conjunción con las JMJ internacionales, permiten a los jóvenes experimentar el mismo ambiente y sentido de pertenencia a la Iglesia.

En cuanto a los laicos, generalmente están bastante bien formados y participan activamente en la vida de la Iglesia. Sin embargo, los prelados se lamentan de que en algunas realidades a los laicos les falta formación política y han subrayado la necesidad de actualizar sus programas de formación. Por último, en cuanto al capítulo de la pastoral familiar, los prelados han reconocido que la familia sigue gozando de gran estima entre muchos jóvenes, está generalmente muy unida y rara vez se produce el divorcio.

Aquí, a diferencia de muchas otras zonas del mundo, el fenómeno de la cohabitación es bastante limitado, pero la estabilidad de los lazos familiares se ve igualmente amenazada por las guerras y las necesidades laborales que dividen a las familias. Diversas asociaciones y movimientos, como Couples for Christ y les Équipes Notre Dame, colaboran con las familias para ayudarles a superar estas dificultades

 

Ad limina visit of Latin Bishops of the Arab Regions
16 de marzo de 2018