Coronavírus

Oração pelos fiéis leigos e famílias de todo o mundo

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Publicamos abaixo a oração do Pe. Francesco Dell'Orco, assistente pastoral da Universidade Católica, inspirado em nossa mensagem para aos fiéis leigos e famílias de todo o mundo, em 6 de março de 2020.

 

 

 

Oración por los fieles laicos y las familias de todo el mundo

Oh Dios Padre, Creador y Señor de la vida, Te damos gracias por el don de la vida, fundamento de todo bien. En este tiempo de pandemia, socórrenos en Tu misericordiosa omnipotencia. Con confianza nos abandonamos en tus amorosos brazos, recordando las palabras de tu Hijo Jesús: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. Yo he vencido al mundo”. No nos sentimos solos ante la invisible e insidiosa enfermedad, porque contamos con Tu protección, oh Padre clementísimo, que vela por cada uno de nosotros con infinito amor.

Te damos gracias por el don de nuestros hermanos y hermanas, que comparten con nosotros el camino de la vida y la solidaridad en el tiempo presente y venidero, y por el don de Tu Iglesia, comunidad sanadora y posada de esperanza para cada enfermo de Covid-19. Ayúdanos a enfrentar esta emergencia sanitaria internacional con seriedad, serenidad y coraje, estando dispuestos a asumir, si fuera necesario, grandes sacrificios en nuestra vida cotidiana por el bien común.

Protege de todo mal a todos los médicos, enfermeras, socorristas e investigadores científicos, que se dedican a aliviar el sufrimiento y la ansiedad causados por este contagio y a descubrir formas eficaces de tratamiento para esta enfermedad. Dales luz y fuerza para que sigan dedicándose generosamente a su misión, utilizando para esta buena causa las mejores energías y talentos intelectuales que Tú les has dado.

Bendice a las familias, que están llamadas a acompañar en la medida de lo posible a sus miembros afectados por el Covid-19 o a cuidar de los ancianos que no pueden salir de casa por el riesgo del contagio, a velar por los más vulnerables, afectados ya por otra enfermedad y a los niños que tienen que quedarse en casa, ya que las escuelas están cerradas por razones sanitarias. Mira con predilección a las familias que viven en lugares del mundo pobres en recursos económicos y en asistencia social, especialmente a aquellas en las que el marido, la mujer u otros miembros de la familia corren el riesgo de perder sus empleos debido a las consecuencias de la epidemia en la producción, el comercio, el transporte, la educación y otras actividades civiles.

Reconocemos en estas circunstancias tan difíciles que la comunión de amor entre los cónyuges y sus hijos, que Tú les das gratuitamente, es un recurso muy valioso para toda la sociedad y para cada persona que corre el riesgo de experimentar la soledad. Te alabamos y Te bendecimos por haber pensado, en Tu sabia providencia de Creador, en la relación conyugal entre el hombre y la mujer, que despliega toda su verdad en esta dramática hora de nuestra historia. Por tu gracia, que la familia sea la fuerza difusora del sentido de responsabilidad de cada uno, de la solidaridad, de la fuerza y de la prudencia, del compartir y de la ayuda mutua en la gran tribulación.

Oh Padre misericordioso, en nombre de tu Hijo Jesucristo, derrama los dones de tu Espíritu Santo sobre nuestras familias para que crezcan en la unidad y la paz.

¡Sagrada Familia de Nazareth, ruega por nosotros!

Amén.

 

01 de Abril de 2020