Una parroquia periférica para el card. Farrell

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La parroquia que el Papa Francisco ha asignado al card. Farrell está en las afueras: es la última de la diócesis de Roma, a pocos metros de la iglesia de San Julián Mártir, cerca de las iglesias de Porto y Santa Rufina. Su territorio, que se extiende a lo largo de la Via Cassia, es una zona que se caracteriza por una presencia significativa de inmigrantes que a menudo viven en edificios ilegales. La zona también cuenta con áreas de personas acomodadas.

Esta es la comunidad que ayer acogió al card. Farrell en su toma de posesión de la Diaconía de San Julián Mártir, con motivo de su memoria litúrgica. En un ambiente festivo y solemne, acompañado de la música compuesta para la ocasión, muchas personas dieron la bienvenida al nuevo cardenal titular. “¡Esta es mi parroquia!” Exclamó Farrell para expresar su unión con la comunidad de San Giuliano. Y, después de señalar que el Dicasterio para los laicos, la familia y la vida es el que se encarga de los jóvenes y de las jornadas mundiales de la juventud, agregó: “¡Y precisamente San Julián era laico y era joven! Un joven originario de Dalmacia que llegó a Italia impulsado por el único deseo de anunciar el Evangelio y dar testimonio de Cristo con su vida, estando dispuesto a recibir el martirio con tal de permanecer fiel a su bautismo. Su figura me anima a pensar que incluso hoy en día hay muchos laicos y muchos jóvenes, entusiastas con su fe, dispuestos a aceptar muchos sacrificios para ser coherentes con su fe y llevarla a los demás”.

La fiesta continuó después de la celebración de la Eucaristía, con un encuentro con las numerosas familias de los feligreses.

 Texto del homilía del card. Farrell

30 de enero de 2017
Take of possession of the diaconate of San Giuliano Martyr by card. Kevin Farrell