Familia y Vida

Las palabras de Francisco

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En los últimos días el Papa Francisco, en el transcurso de homilías y encuentros, ha hablado repetidamente de la familia y de la vida, temas que, obviamente, nuestro Dicasterio sigue con especial atención.

En su homilía de la misa matutina en Casa Santa Marta hace unos días, donde escuchándole, entre otros, había siete parejas celebrando el 50º y 25º aniversario de boda, el Papa habló de la belleza del matrimonio: “¡Mirad que el amor para siempre es posible!...El amor es capaz de hacer vivir enamorados toda una vida: en la alegría y en el dolor, con el problema de los hijos y sus problemas, pero ir siempre hacia delante. En la salud y en la enfermedad, pero siempre hacia delante. Esta es la belleza del matrimonio

Francisco habló de la familia, y sobre todo del "dialecto de la familia" al recibir en la Sala Pablo VI al personal de la Cuestura de Roma y de la Dirección Central de Sanidad con los familiares y allegados de las víctimas "del terrorismo y del deber", alrededor de 6 mil personas: una nación no puede mantenerse si las familias no cumplen con la tarea de educar para ser ciudadanos "leales y honestos". "La fe, el amor, el hacer el bien, se aprenden sólo en dialecto, el dialecto de la familia, en otro idioma no se entienden. Se aprenden en dialecto, el dialecto de la familia. La buena salud de la familia - añadió el Papa - es decisiva para el futuro del mundo y de la Iglesia, teniendo en cuenta los numerosos desafíos y dificultades que surgen hoy en la vida cotidiana. De hecho, cuando uno se encuentra con una realidad amarga, cuando se siente dolor, cuando estalla la experiencia del mal o de la violencia, es en la familia, en su comunión de vida y de amor, donde todo puede ser comprendido y superado".

Finalmente, hablando a la delegación de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos, Francisco aclaró que los médicos están llamados "a afirmar la centralidad del enfermo como persona y su dignidad con sus derechos inalienables, ante todo el derecho a la vida. Hay que oponerse a la tendencia de degradar al hombre enfermo como si se tratase de una máquina que hay que reparar, sin respetar los principios morales, también hay que oponerse a la explotación del más débil, la cual desecha todo lo que no corresponde a la ideología de la eficiencia y del provecho".  

 

03 de junio de 2018