El sufrimiento de los niños es un grito que se eleva hasta Dios

Acaba de ser publicado el Vídeo del Papa de noviembre, con la intención de oración que el Papa Francisco confía a toda la Iglesia a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Durante el mes de noviembre, el Santo Padre nos invita a rezar por los niños que sufren en el mundo. Su dolor inocente no puede dejar indiferentes a los adultos.

No son números

Refiriéndose a las diversas situaciones de marginación en las que los niños viven en la calle, son víctimas de la guerra o no tienen familia, el Papa se detiene a reflexionar en particular sobre el hecho de que «todavía hay millones de niños que sufren y viven en condiciones muy parecidas a la esclavitud. No son números: son seres humanos con un nombre, con un rostro propio, con una identidad que Dios les ha dado».

Un niño abandonado es culpa nuestra

«Con demasiada frecuencia -dice el Santo Padre- olvidamos nuestra responsabilidad y cerramos los ojos ante la explotación de estos niños, que no tienen derecho a jugar, a estudiar, a soñar. Ni siquiera tienen el calor de una familia. Cada niño marginado, abandonado por su familia, sin educación, sin atención médica, es un grito. Un grito que se eleva a Dios y denuncia el sistema que hemos construido los adultos. Un niño abandonado es culpa nuestra».

Cuidar y regenerar a los niños más frágiles

El card. Kevin Farrell afirmó que «cada niño viene al mundo con una llamada específica, que lo destina a contemplar el rostro del Padre que lo ha deseado y amado. Construyendo un ambiente familiar en torno a estos niños, [será posible] “custodiar” y anunciarles esta vocación, ya que la familia es la fuente de la que extraer la conciencia de ser hijos de Dios, llamados por vocación a amar.  (...) Lo que se nos pide, como Iglesia, es que cada niño pueda aceptar el don de su vida y convertirse un día en un adulto capaz de generar».

El padre Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó esta intención: «Ante tanto sufrimiento de los niños en el mundo [...] podemos rezar. 'Rezar es encender una luz en la noche', ha dicho Francisco en la celebración de la Santa Misa del 29 de noviembre de 2020. La oración nos saca de la indiferencia, la oración se transforma en acción».