Después del Sínodo

El prefecto Farrell: "El Sínodo de la Amazonia puede ser fuente de inspiración para los fieles laicos del mundo".

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“Escuchar a este pueblo que lucha por conocer a Dios fue una de las mejores experiencias de mi vida [...] La iglesia amazónica es una iglesia muy viva, fuerte, con una población local que se reúne para escuchar la Palabra de Dios y aprender a ponerla en práctica. Para mí fue un gran ejemplo de lo que la Iglesia nos pide que hagamos como bautizados” - explica en una vídeo el Cardenal Farrell, subrayando también el fuerte testimonio de los laicos de los pueblos indígenas que participaron en los trabajos de los círculos menores.

“Lo que más me impactó -añade- fue el deseo de estas personas de conocer el Evangelio. Lo acogen, lo entienden y lo traducen en su idioma todos los días. Nosotros tomamos todo como si fuera evidente que es nuestro, mientras que estas personas tienen que conquistarlo todo: necesitan traducir la Biblia a su lengua materna”.

Además, habló de la manera en que los fieles laicos pueden poner en práctica la conversión integral mencionada en el Documento Final del Sínodo Amazónico, el prefecto Farrell recuerda, entre otras cosas, la necesidad de reconstruir la relación personal con Dios y con la creación.

"Nuestro cuidado pastoral incluye toda la creación de Dios: incluye la persona humana y la naturaleza que disfrutamos. Debemos ocuparnos de ella. La naturaleza no es para siempre salvo que cuidemos de ella", resume.

El Sínodo Amazónico tuvo lugar del 6 al 27 de octubre, con la participación de más de 50 laicos.

02 de diciembre de 2019