Familia
Los abuelos y abuelas de la Biblia contribuyeron con su misión de vida a la historia de la Salvación
La ponencia de Gabriella Gambino, Subsecretaria, en la presentación del libro «Tejedores de esperanza. Los abuelos en la Biblia» de Rosalba Manes

«La realización de una vida plena para las nuevas generaciones depende del reconocimiento de la presencia y la riqueza que los abuelos y los mayores constituyen para nosotros. Y este reconocimiento tiene su corolario en el respeto, que es tal si se expresa en la acogida, el cuidado y el aprecio de su dignidad. No sólo el aprecio de la dignidad de los mayores, sino de la vejez misma, que es un don y un valor». Así se dirigió la profesora Gabriella Gambino a los participantes en la presentación del libro «Tejedores de esperanza. Los abuelos en la Biblia», de Rosalba Manes (Leoniana Internacional, 2025), que tuvo lugar el jueves 30 de enero en Roma.
La ocasión fue propicia para reflexionar, junto con la autora y los presentes, sobre el profundo valor de una larga vida: «Debe existir -comentó la profesora Gambino en su ponencia- no sólo un valor de la persona mayor, que quizás hoy todavía tenemos que aprender a poner de manifiesto en el espacio social y cultural, sino también una identidad de ser mayor que se traduce en una misión». Precisamente la conciencia de tener una misión es el hilo que une las figuras bíblicas de los abuelos con los mayores de hoy. «Incluso cuando es débil, de hecho, uno que es avanzado en años puede convertirse en un instrumento de la historia de la salvación para otra persona: un nieto, una nuera, un amigo mayor que está solo», continuó Gabriella Gambino. «Este mensaje debe transmitirse a las nuevas generaciones. Debemos crear las condiciones concretas para que realmente haya un intercambio de dones entre generaciones».
En conclusión, la Subsecretaria Gambino exhortó a «llegar a ser personas mayores agradecidas a la vida y a Dios, mayores que sepan infundir valor y esperanza a los jóvenes, testigos de la fe que sepan pedir perdón y perdonar el mal para cambiar el futuro para bien de las nuevas generaciones. Pero todo esto no se improvisa, depende ante todo de nosotros y se construye día a día, desde que somos jóvenes: cuidando nuestro corazón, custodiando nuestra dignidad bautismal y alimentándola con Cristo cada día».
A la presentación, moderada por el periodista de Agensir Amerigo Vecchiarelli, asistieron, además del autor, el Card. Marc Ouellet, ex Prefecto del Dicasterio para los Obispos, y el Prof. Vincenzo Valentini, Director del Departamento de Oncología Radioterápica, Médica y Diagnóstica del Hospital Gemelli-Isola.

06 de febrero de 2025

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