Haití
“Las familias haitianas no se sienten solas”
Visita ad Limina de los obispos de Haití
“La familia es un bien precioso y no dejaremos nunca de dar gracias a Dios por este don”. Estas palabras que Mons. Yves-Marie Péan pronunció en ocasión de la visita ad Limina de los obispos de Haití al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, reflejan el valor y la importancia de la institución familiar en la isla centro americana.
“Se trata de una realidad marcada por luces y sombras. - continuó el obispo de Gonaives - La familia sigue desempeñando un papel fundamental en la vida de nuestro país, en su crecimiento humano y espiritual, y sigue siendo la célula básica de la sociedad garantizando su armonía y equilibrio”.
Hay muchas parejas involucradas en la transmisión de los valores y en la transmisión de la fe a sus hijos y son las parejas cristianas las que van al encuentro de aquellas que se están preparando para el matrimonio.
Por otro lado, las palabras de los obispos también dejan transparentar su preocupación por las “sombras inquietantes” que se extienden sobre la familia. En primer lugar, la miseria material de un país que sigue siendo uno de los más pobres del mundo y que en los últimos años ha sido azotado por desastres devastadores, como el terremoto de 2010. A ello hay que sumarle los problemas relacionados con la difusión de las ideologías que a menudo provienen de fuera y que debilitan la familia. En muchos casos, “las familias se sienten agredidas y es inevitable que esta situación - afirmó Mons. Péan – nos preocupe a nosotros, los pastores. Pero no nos hemos quedado de brazos cruzados y podemos afirmar que las familias haitianas no se sienten solas”.
El cardenal Langlois, a su vez, habló de la vida de las familias de Haití en una entrevista concedida a laityfamilylife.va
Mons. Pierre-André Dumas, a continuación, introdujo el tema de los laicos y explicó que, sobre todo, después de la conferencia de Aparecida, los laicos han adquirido su propio protagonismo dentro de la Iglesia. Muchos son aquellos que se han comprometido con la misión y que se ocupan de los centros parroquiales. “Por este motivo - dijo el obispo - es fundamental su formación”.
Hablando de los jóvenes, los prelados de Haití describieron una iglesia llena de vida y con numerosas vocaciones, la participación a la misa dominical alcanza el 50%. Mons. Quesnel comentó que el seminario está lleno y las congregaciones religiosas son muy florecientes.