Una iglesia de desafíos y oportunidades

Los desafíos son los de todos los países europeos, especialmente los que han surgido en las últimas décadas después del telón de acero. Países que se enfrentan a la transición del comunismo al consumismo y a la secularización. Pero hay algunas oportunidades interesantes que hacen de Hungría un país que va contracorriente en comparación con otros países europeos. En 2011 la nueva constitución de la nación establece como preámbulo que el cristianismo es "un factor constitutivo y unificador de la nación húngara".

Y la Iglesia Católica se beneficia de ello. Hoy, - nos cuentan los obispos recibidos en visita ad limina en la sede del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida el viernes pasado - la presencia de la Iglesia en el campo de la educación y la escuela se ha expandido, y se están creando espacios de colaboración con el Estado sobre todo en el ámbito de la educación de las nuevas generaciones. En las escuelas, existe la posibilidad de elegir la enseñanza de la religión, un hecho que ha abierto las puertas a la misión, a la posibilidad de volver a transmitir la fe a los jóvenes y reanudar los contactos con las familias.

Y el momento favorable no solo concierne al mundo de la educación, sino también al de la familia y al de las diversas políticas que el estado promueve con exenciones de impuestos y apoyo a la natalidad. De hecho, a pesar de que la tasa de natalidad y los matrimonios -especialmente aquellos sacramentales- sigue siendo baja, existe un leve cambio de tendencia debido a estas políticas destinadas a combatir la crisis demográfica del país.

Sin embargo, el pesado legado del ateísmo del estado permanece, y a los laicos católicos les cuesta ponerse en marcha. Incluso hoy en día, muchos tienden a vivir la fe en privado, o sin ninguna referencia a la Iglesia. En este caso, son muy valiosas las asociaciones y movimientos internacionales presentes en el país, con su trabajo misionero, así como las casas de formación de laicos presentes en las diócesis. Muchos de ellos pueden acceder a cursos y retiros espirituales en dichas casas. En este contexto, el papel formativo desempeñado por la liturgia, la homilía dominical, la catequesis a la luz de los sacramentos y las peregrinaciones son de una importancia primordial.