Formación y acompañamiento permanente

“Las familias que vendrán a Dublín están llamadas no sólo a evangelizar sus propios núcleos, sino también a proclamar la alegría del amor de sus propias comunidades parroquiales, que a su vez están formadas por familias. Así es como, en una especie de círculo concéntrico, la familia amplía su proprio rayo de acción y establece un estilo familiar en la vida de la sociedad y de la Iglesia”.

Estas son algunas de las palabras que el  delegado del Dicasterio para la sección  Familia, Carlos Simón Vázquez, pronunció en su ponencia en Ávila en el encuentro organizado por la Universidad Católica de la misma ciudad sobre el tema  “La familia importa”.

Monseñor Simón subrayó que el Encuentro mundial de las familias, que tendrá lugar del 21 al 26 de agosto en Dublín, será el primero en celebrarse después de la exhortación apostólica  “Amoris Laetitia” y el Jubileo extraordinario de la  misericordia, huella sobre la que avanzará el evento irlandés: “La misericordia – dijo el delegado – es el fundamento del perdón en la familia, y hace que las personas y las situaciones sean nuevas. Además, Amoris Laetitia habla alto y claro sobre la dimensión vocacional del matrimonio y la familia. Y la vocación debe estar siempre acompañada, guiada y nutrida. Es por esto -concluyó Mons. Simón- que hay una necesidad actual y urgente de formación y acompañamiento permanente”.