¡No tengan miedo! ¡Acepten la invitación de la Iglesia y de Cristo Señor!

El domingo 11 de mayo, el papa León XIV se asomó al balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro y, ante unas 100 000 personas, recitó su primer Regina Coeli.

Acoger y acompañar a los jóvenes en el camino vocacional

Durante la oración mariana, el Santo Padre recordó la celebración de la 62ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones: «Hoy pues, hermanos y hermanas, tengo la alegría de rezar con ustedes y con todo el Pueblo de Dios por las vocaciones, especialmente al sacerdocio y a la vida religiosa. ¡La Iglesia los necesita!». Dirigiéndose a los jóvenes, el papa León XIV dijo: «Y es importante que los jóvenes encuentren en nuestras comunidades: acogida, escucha, estímulo en su camino vocacional». Y, finalmente, en un emotivo llamamiento a los jóvenes del mundo, añadió: «¡No tengan miedo! ¡Acepten la invitación de la Iglesia y de Cristo Señor!».

El llamamiento a la paz para que los niños en situación de guerra regresen a sus familias

Tras el rezo de la oración Regina Coeli, el Santo Padre hizo un llamamiento a la paz para todos los territorios heridos por la guerra y la violencia, con un pensamiento especial para el regreso de los niños a sus familias.

Un pensamiento para todas las madres, también las que están en el cielo

Al final, el Papa se despidió recordando a todas las madres en el día que se les dedica en muchos países de Europa y del mundo: «Mando un afectuoso saludo a todas las madres, con una oración por ellas y por las que están ya en el Cielo. ¡Feliz día a todas las madres!».