IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores: cómo se celebró en el mundo

El Papa Francisco, recordando tras el Ángelus del domingo 28 de julio la celebración de la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, invitó a todos a escuchar la voz de los ancianos que dicen: “¡No me abandones!” y a responder: “¡No te abandonaré!”. Este es el espíritu con el que las comunidades cristianas de todo el mundo vivieron una Jornada que se celebra año tras año en un número cada vez mayor de diócesis.

Una Jornada vivida encontrando a los ancianos más solos

“Habíamos pedido a todas las conferencias episcopales -comentó Gleison De Paula Souza, Secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida- que vivieran concretamente la actitud de apertura a la que tantas veces nos invita el Santo Padre, y que se encontraran con los ancianos más solitarios para que pudieran vivir un día sin soledad. Las primeras noticias que nos llegan muestran que esta invitación ha sido acogida en contextos muy diversos y que celebrar a los ancianos se está convirtiendo en una tradición significativa en muchos lugares del mundo”.

De China a Panamá, de Uganda a Portugal: celebraciones en todo el mundo

La agencia Fides, por ejemplo, informó de que la comunidad católica china vivió intensamente esta ocasión. Se realizaron visitas a los ancianos y celebraciones dedicadas a ellos en Nantang, Yongni, Guangzhou, Wenzhou y otros lugares del país.

También se visitaron muchos santuarios importantes, como el de los Mártires de Uganda, en Kampala, el de Aparecida, en Brasil, y el de Knock, en Irlanda, que se convirtieron en destinos de peregrinación para muchos abuelos y mayores el 28 de julio. También hubo numerosas iniciativas para fomentar el diálogo intergeneracional.

Como dijo el Papa Francisco después del Ángelus: “Nuestro futuro depende mucho del modo en que los abuelos y los nietos aprendan a vivir juntos”.

Haciéndose eco de las palabras del Santo Padre, que recordó que “el abandono de los ancianos es una triste realidad a la que no debemos acostumbrarnos” y que “para muchos de ellos, especialmente en estos días de verano, la soledad corre el riesgo de convertirse en una carga difícil de soportar”, en Europa y Norteamérica se han organizado numerosas iniciativas para visitar a los ancianos y aliviar su soledad.

La archidiócesis de Panamá y algunas diócesis de Portugal se han centrado, por último, en campañas sociales para invitar a las parroquias a unirse a la celebración.

Roma: de los abuelos aprendemos la belleza de compartir

En Roma, numerosos mayores y abuelos participaron en la celebración dedicada, promovida por la oficina diocesana para la pastoral de ancianos y enfermos bajo el patrocinio del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en la parroquia de San Joaquín, el abuelo de Jesús.

Durante la homilía, S.Exc. Mons. Dario Gervasi, obispo auxiliar encargado de la atención a los ancianos y de la vida, recordó el pasaje evangélico de la multiplicación de los panes: “De los abuelos se aprende la belleza de compartir, y no sólo cosas materiales. Una sonrisa de un abuelo y una abuela a un nieto es pan que se multiplica”.

Gabriella Gambino: necesidad de corregir la extendida representación negativa de la vejez

En una entrevista concedida a Interris.it, Gabriella Gambino, Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha subrayado la necesidad de corregir la extendida representación negativa de la vejez mediante un compromiso cultural y educativo intergeneracional. Es una invitación a cambiar la mirada para aprender a captar el valor de los abuelos y de los ancianos, que deben ser acogidos, cuidados, pero también acompañados en su itinerario vital.  

Publicamos algunas de las primeras fotos de la celebración que nos han enviado o que han aparecido en las redes sociales. A medida que recibamos más, las iremos añadiendo a nuestra galería.