Familia, Niños, Abuelos, Ancianos
La fiesta de las generaciones: el Jubileo de las Familias, los Niños, los Abuelos y los Ancianos
Durante tres días, más de 60 000 peregrinos celebraron el Jubileo con el papa León XIV, bajo el lema de la esperanza

Novios, matrimonios, padres, hijos, abuelos, tíos, jóvenes y ancianos: las familias del mundo se reunieron en Roma, del 30 de mayo al 1 de junio, para vivir el momento jubilar dedicado a ellas. Se trató, en esencia, de una auténtica fiesta de la familia, o mejor dicho, de las generaciones unidas por el maravilloso vínculo familiar generado por el matrimonio entre un hombre y una mujer, portadores de esperanza y de futuro, en un presente incierto y difícil.
El programa del Jubileo de las Familias, los Niños, los Abuelos y los Ancianos
Un programa repleto de actividades (www.iubilaeum2025. va) se desarrolló durante tres días en Roma, con propuestas de reflexión y estudio, pero también con espacios para el juego para los más pequeños y momentos litúrgicos y espirituales dedicados a la santidad familiar.
El viernes 30 por la tarde, en la iglesia de la Trinidad de los Montes, miles de familias recibieron la bendición ante las reliquias de Santa Teresa de Lisieux y sus padres, Zelia y Luigi Martin; El sábado 31, muchos pudieron participar en el seminario patrocinado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida sobre el tema «Redes de familias para el futuro de la Iglesia», en la Universidad LUMSA.
La vigilia de oración y la Santa Misa con el Papa León XIV
El sábado por la noche, la fiesta intergeneracional culminó con un momento de música, cantos y testimonios en la plaza de San Juan de Letrán. La fiesta concluyó con la vigilia de oración dirigida por S. E. Mons. Dario Gervasi, secretario adjunto del Dicasterio. Las familias presentes en la plaza encomendaron así a María, Madre de Dios y de la Iglesia, a las familias de todo el mundo al término del mes mariano.
La misa presidida por el papa León XIV puso fin a las celebraciones. El Santo Padre resumió la belleza y la riqueza de las relaciones familiares en su homilía: «Por eso os animo [a vosotros, padres] a ser para vuestros hijos ejemplos de coherencia, comportándoos como queréis que ellos se comporten, educándolos en la libertad mediante la obediencia, buscando siempre en ellos el bien y los medios para aumentarlo. Y vosotros, hijos, sed agradecidos a vuestros padres: decir «gracias» por el don de la vida y por todo lo que con ella se nos da cada día es la primera forma de honrar al padre y a la madre (cf. Ex 20,12). Por último, a vosotros, queridos abuelos y ancianos, os recomiendo que veléis por los que amáis, con sabiduría y compasión, con la humildad y la paciencia que enseñan los años. En la familia, la fe se transmite junto con la vida, de generación en generación: se comparte como el alimento de la mesa y los afectos del corazón. Esto la convierte en un lugar privilegiado para encontrar a Jesús, que nos ama y quiere nuestro bien, siempre».
01 de junio de 2025

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