Familia
Transmitir la fe y la esperanza a los hijos
En Trinità dei Monti, encuentro organizado por la Comunidad Emmanuel, en el marco del Jubileo de las Familias
En el marco de los tres días dedicados al Jubileo de las Familias, Niños, Abuelos y Ancianos —con la presencia en Roma de más de 70 000 personas procedentes de 130 países—, entre las diversas actividades y eventos en los que pudieron participar las familias, el viernes 30 de mayo la Comunidad Emmanuel organizó una tarde de juegos, visitas y momentos de oración en la que participaron unas 6000 personas en Trinità dei Monti.
Durante la vigilia vespertina, Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, pronunció una breve intervención sobre la familia como fuente de alegría y esperanza para el mundo actual: «La tarea de transmitir la esperanza pertenece por naturaleza a la familia cristiana […] los padres se dan cuenta de que no basta con enseñar a los hijos a hacer la señal de la cruz, a rezar las oraciones de la noche, a ir a misa los domingos, sino que también hay que hablarles de Dios, revelarles y narrarles la existencia de un Padre que nos ama, que nos ha pensado, deseado y querido para destinarnos a su amor inmenso en la Vida Eterna».
Ante la responsabilidad de criar a los hijos, la profesora Gambino ha identificado dos tareas en las que hay que esforzarse: «En primer lugar, comprometernos con la defensa de la vida humana desde el primer instante de la concepción hasta la muerte natural [...] Defender y anunciar el valor de la vida equivale a abrir cada vez un camino, el futuro para alguien, la esperanza. Segundo, defender, testimoniar y anunciar con alegría la familia fundada en el matrimonio. Solo la estabilidad y la certeza de las relaciones, nos recuerda el papa León XIV, nos dan el tiempo necesario para construir la confianza dentro de la familia. [...] A la fidelidad de Dios a la familia se puede responder con la fidelidad a su amor, acogiendo la gracia que nos da para permanecer juntos, unidos en su amor a pesar de todo».
Gambino concluyó invitando a despertar en los hijos un deseo de infinito que los mueva a buscar a Dios y su vocación. No hay que desanimarse nunca: «Como me dijo en voz baja el cardenal Sgreccia, un par de meses antes de morir, en 2019, él que siempre fue un generoso testigo de la esperanza y del triunfo de la vida: “Lo mejor siempre está delante y siempre es posible”».
Durante toda la tarde, la Comunidad Emmanuel acogió a las familias en el claustro de la Trinità dei Monti, donde pudieron recibir la bendición y la confesión, y depositar una intención de oración ante el relicario de Santa Teresa del Niño Jesús y el de sus padres, los santos Luis y Celia Martín, expuestos para la ocasión en la iglesia de la Santissima Trinità dei Monti.
30 de mayo de 2025

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