Personas mayores

Pastoral de los mayores: en dialogo con las Iglesias de Asía, Oceanía y Europa

Continúan los encuentros online en vista del II Congreso Internacional de Pastoral de los mayores
Incontro_Europa_Asia_PastoraleAnziani2025.jpg

 

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida continúa con su compromiso en la pastoral de personas mayores y ha organizado dos encuentros online dedicados a Asia y Oceanía -el 13 de febrero de 2025- y a Europa -el 20 de febrero de 2025-.

Estos eventos, junto con otros similares con África y América que se celebraron en diciembre de 2024, contaron con la participación de representantes de 80 conferencias episcopales, creando una importante oportunidad de diálogo y debate con vistas al II Congreso Internacional de Pastoral de Personas Mayores, que se celebrará en Roma del 2 al 4 de octubre de 2025.

Ha sido una ocasión valiosa para afrontar los desafíos y las oportunidades específicas que presenta la pastoral de los mayores en los diferentes contextos culturales y sociales del mundo.

El Dr. Gleison De Paula Souza y Mons. Dario Gervasi, respectivamente Secretario y Secretario adjunto del Dicasterio, subrayaron la importancia de una pastoral sinodal e inclusiva, capaz de responder eficazmente a los profundos cambios demográficos que están afectando al mundo entero. Vittorio Scelzo, referente de la pastoral de las personas mayores del Dicasterio, introdujo los debates con un análisis de las peculiaridades de cada continente en relación con los temas relativos a los mayores.

Asia y Oceanía: encontrar un equilibrio entre tradición y desafío de la modernidad

La reunión del 13 de febrero se centró en las rápidas transformaciones que están experimentando Asia y Oceanía: una creciente urbanización, importantes flujos migratorios internos y externos, y un progresivo envejecimiento de la población. Se prevé que, para 2050, en Asia y el Pacífico, el número de personas mayores de 60 años alcanzará la cifra de 1200 millones. Durante la reunión surgieron temas de gran relevancia, entre ellos el papel tradicionalmente reconocido a los mayores como guardianes de la memoria y de la sabiduría, que, sin embargo, se ve puesto a prueba por la creciente soledad y marginación que muchos ancianos experimentan en las grandes ciudades. También se destacó el riesgo de una «cultura del descarte», una amenaza agravada por la existencia de leyes sobre la eutanasia, que pueden hacer que las personas mayores se sientan una carga para la sociedad.

Las respuestas pastorales discutidas y compartidas durante la reunión incluyeron la importancia de las visitas a domicilio, para ofrecer apoyo espiritual y la posibilidad de recibir los sacramentos; la creación de pequeños grupos comunitarios diseñados para combatir la soledad y el aislamiento; y el desarrollo de programas intergeneracionales que favorezcan el diálogo y el intercambio entre jóvenes y mayores. En Indonesia, por ejemplo, la Iglesia está colaborando activamente con el gobierno para garantizar que los ancianos reciban asistencia sanitaria y espiritual, mientras que en Nueva Zelanda se está trabajando para contrarrestar una mentalidad individualista y reafirmar enérgicamente la dignidad intrínseca de cada persona, independientemente de su productividad económica.

Europa: el legado de la pandemia y el protagonismo de las personas mayores

La reunión del 20 de febrero, en cambio, se focalizó en los desafíos específicos de la pastoral de las personas mayores en Europa, un continente caracterizado por un marcado envejecimiento de la población y por las profundas consecuencias de la pandemia de Covid-19. Entre las experiencias positivas compartidas, el representante irlandés destacó la importancia de las celebraciones intergeneracionales, como el Día Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores, que también se celebra en las escuelas católicas, para reforzar el vínculo entre jóvenes y mayores. En Hungría, se ha puesto en marcha un programa de formación específico para voluntarios que se dedican a acompañar a las personas mayores, con el objetivo de crear redes de apoyo a nivel local. La Conferencia Episcopal Alemana ha elaborado recientemente un documento que subraya la necesidad de garantizar una presencia pastoral constante y cualificada en las residencias de ancianos, mientras que en Eslovenia se ha trabajado para promover la inclusión digital de las personas mayores, ofreciéndoles la posibilidad de participar en las liturgias en línea.

Un tema que surgió con fuerza en este contexto fue el de la función de las personas mayores como protagonistas activos de la vida eclesial. De hecho, en muchos países europeos, las personas mayores desempeñan un papel fundamental como catequistas, voluntarios y animadores de comunidades, pero a menudo falta un reconocimiento formal de su valiosa contribución. Se ha subrayado que la pastoral de los mayores no debe limitarse a un enfoque asistencial, sino que debe valorar la experiencia y la fe de quienes han atravesado el tiempo, reconociéndolos como testigos y guardianes de la memoria colectiva.

Hacia un futuro de cuidado y valoración

Los encuentros celebrados hasta ahora han representado un paso significativo en el camino hacia el II Congreso Internacional de Pastoral de las Personas Mayores que se celebrará en Roma del 2 al 4 de octubre de 2025. El congreso será una oportunidad fundamental para elaborar propuestas concretas y estrategias operativas eficaces. Como recordó monseñor Gervasi, «no podemos pensar en el futuro de la Iglesia sin prestar atención a los mayores, que son la generación que nos ha transmitido la fe». El objetivo es claro: desarrollar una pastoral que no se limite a la asistencia, sino que valore plenamente la contribución única e insustituible de los ancianos a la vida de la Iglesia y de la sociedad en su conjunto.

 

24 de febrero de 2025